martes, 6 de abril de 2010
domingo, 23 de diciembre de 2007
domingo, 11 de noviembre de 2007
Resumen de "Jesucristo nunca ha existido" de Emilio Bossi
En los cinco libritos titulados «Jesucristo nunca ha existido» (De Emilio Bossi. Publicaciones Acratas: El Sembrador. Edita CNT de Andorra) se puede leer, y se debe, que en realidad Jesucristo no existió, no fue un personaje histórico.
Los griegos y los romanos no oyeron hablar de él, su nombre no aparece en obras profanas hasta un siglo después y aún así indirectamente, a propósito de movimientos y de las persecuciones de la secta cristiana. En el mismo judaísmo no dejó una impresión muy duradera. Filón muerto hacia el año 50 nada sabe de él. Josefo nacido en el año 37 y que escribió hasta finales de siglo sienta su condena en algunas líneas como un suceso vulgar y al enumerar las sectas omite a los cristianos.Un escritor hebreo, Justo de Tiberiades compuso una historia hebrea desde Moises hasta finales del año 50 y no cita siquiera el nombre de Jesucristo.Plutarco nacido 50 años después de Jesucristo, historiador eminente y concienzudo no pudo haber ignorado, de conocerla, la existencia de Cristo y «sus proezas». Séneca no dice una palabra de Cristo aunque hablando de los cristianos no los distingue de los hebreos.
El mismo silencio de la historia hacia Jesús, se produce hacía los apóstoles acerca de los cuales no existen más documentos que los eclesiásticos.Los únicos autores profanos que han hablado de Cristo fueron el historiador hebreo Josefo, Tácito, Suetonio y Plinio. Se demuestra que Suetonio y Plinio entran en contradiciones y se excluyen uno a otro y las pocas líneas de Josefo y Tácito han sido falsificadas. Por si fuera poco, ninguno de los que debieron tener tratos con Jesús, como Pilatos, Hanán, Caifás, etc., dejó rastro en su historia de estas relaciones. Los únicos testimonios que hablan de la vida y obra de Jesucristo son los evangelios y datan de los siglos III y IV y no son prueba de la existencia de tal personaje. La vida, el pensamiento, la acción, la palabra, la doctrina de Cristo no existe en los evangelios, como no sea en cuanto son predichos por los profetas o previstos por el Antiguo Testamento. Si nace en Betlem, van a Egipto, si Herodes ordena la matanza de los inocentes, si vuelve a Galilea y vive en Nazaret (para poder llamarse Nazareno), si encuentra a Juan Bautista, va a Cafarnaun, sana endemoniados, cura muchedumbres y les prohibe que lo divulguen, habla en parábolas para no ser comprendido, Judas le traiciona, en la cruz pide de beber, etc..., es para cumplir las Escrituras y las profecías. Cristo ni dijo ni fue él mismo, más que lo que la Escritura había ordenado que hiciera o fuera.
Por si fuera poco, existen numerosas contradiciones y omisiones entre los cuatro evangelistas. Mateo y Lucas dan distintas versiones de la genealogía de Jesús. En cuanto al viaje de María y José, Marcos y Lucas se contradicen en si pasan o no por Jerusalén, si huyen a Egipto o no. Marcos y Juan nada dicen de la infancia de Jesús. Hay contradicción en cuanto a dónde vive y sus viajes a Jerusalén donde es conocido o no. Las hay también en si Juan Bautista conoce o no a Jesús, en el día de la última cena, en la escena del huerto de Getsemaní, ni en la hora de la muerte.En otro lugar de esta obra se pregunta el autor que si Jesucristo nunca existió, cómo y por qué fue inventado, para pasar a demostrar que otros personajes análogos e idénticos le precedieron en la historia de los mitos.
En la antigua India hubo más de un Dios redentor, Vishnu se encarnó nueve veces, tomando forma humana para redimir a la humanidad. En la octava se encarna en Cristna y en la novena en Buda. Cristna nace de una virgen y está vaticinado en los libros sagrados indios. Su venida le es revelada a la madre de la virgen para dar el nombre de la misma y que se sepa el destino del que ha de venir. Hay un tirano que al enterarse en sueños de tal nacimiento y que le destronará ordena una matanza de los niños nacidos esa noche, el día del nacimiento ( en un redil) es adorado por pastores. En fin que resucita muertos, cura leprosos, devuelve vistas y oídos. Un día que se enfadó con sus seguidores se les aparece con el rostro rodeado de tanta luz que estos no pueden resistirlo. A raiz de este hecho le llamaron JEZCUS CRISTNA (nacido de la pura esencia divina). Todo eso ocuría 3.500 años antes de nuestra era. La novena encarnación es como Buda. Fue revelada en sueños a su madre la grandeza del hijo y el carisma que éste tendría entre sus semejantes. Escoge para nacer una casta principesca (como Jesús). La madre de Buda se llamaba Maya o Maïa y le concibió fuera de toda relación sexual. Dotado de gran inteligencia maravilló los doctores con su sabiduría, abandonó el lecho materno para cumplir su misión. Fue tentado varias veces por el demonio pero salió victorioso de ellas. El más celebre de sus discursos fue «El sermón de la montaña», (como el de Jesús), tuvo su discípulo traidor y sus dos discípulos diametralmente opuestos, lo mismo que Pedro y Juan. Después de su muerte se aparece a sus discípulos en forma luminosa con la cabeza rodeada con una aureola. En el budismo se encuentran todas las prácticas religiosas del cristianismo y cuando los misioneros católicos se encontraron por primera vez con los monjes budistas, creyeron en un engaño del diablo.
Mitra es el dios redentor de Persia. Llamado también Señor, «nace» en la gruta de una virgen, el mismo día que andando el tiempo «nacerá» Cristo, el 25 de Diciembre, o sea el solsisticio de invierno. La madre, como no podía ser menos, permanece virgen después del parto. Se anuncia astrológicamente por una estrella que aparece en el Oriente y unos magos le llevan perfumes, oro y mirra. Muere como Cristo en el equinocio de primavera y sus penas redimieron a la humanidad.
En Egipto también tenían su Dios redentor en Oro (Osirapis o Serapis). Nacido de una virgen en el solsticio de invierno, muerto en el equinocio de primavera y también resucitado. Tuvo su huida llevado por la virgen Isis en un asno.También Baco (llamado Salvador) nacía en el solsticio de invierno, después de muerto bajaba a los infiernos y resucitaba. La mitología del antiguo testamento se basa en estos conceptos fundamentales: Dios, la creación, la caída de los angeles, el Edén, la serpiente y el pecado original, el diluvio, la torre de Babel, los angeles y los demonios, el Paraiso y el infierno, los Patriarcas, un legislador inspirado y los profetas. Pero esta mitología no es original, pues la tuvieron otros pueblos antes que el hebreo.Un Dios nacido de una virgen -dice Dupuis-, en el solsticio de invierno, y resucitado en la Pascua, después de haber descendido a los infiernos; un Dios que lleva tras de sí un cortejo de doce apóstoles correspondientes a las doce constelaciones, y que hace pasar a la humanidad bajo el imperio de la luz, no puede ser más que un Dios solar, copiado de tantos mitos heliosísticos que abundan en Oriente.
Los griegos y los romanos no oyeron hablar de él, su nombre no aparece en obras profanas hasta un siglo después y aún así indirectamente, a propósito de movimientos y de las persecuciones de la secta cristiana. En el mismo judaísmo no dejó una impresión muy duradera. Filón muerto hacia el año 50 nada sabe de él. Josefo nacido en el año 37 y que escribió hasta finales de siglo sienta su condena en algunas líneas como un suceso vulgar y al enumerar las sectas omite a los cristianos.Un escritor hebreo, Justo de Tiberiades compuso una historia hebrea desde Moises hasta finales del año 50 y no cita siquiera el nombre de Jesucristo.Plutarco nacido 50 años después de Jesucristo, historiador eminente y concienzudo no pudo haber ignorado, de conocerla, la existencia de Cristo y «sus proezas». Séneca no dice una palabra de Cristo aunque hablando de los cristianos no los distingue de los hebreos.
El mismo silencio de la historia hacia Jesús, se produce hacía los apóstoles acerca de los cuales no existen más documentos que los eclesiásticos.Los únicos autores profanos que han hablado de Cristo fueron el historiador hebreo Josefo, Tácito, Suetonio y Plinio. Se demuestra que Suetonio y Plinio entran en contradiciones y se excluyen uno a otro y las pocas líneas de Josefo y Tácito han sido falsificadas. Por si fuera poco, ninguno de los que debieron tener tratos con Jesús, como Pilatos, Hanán, Caifás, etc., dejó rastro en su historia de estas relaciones. Los únicos testimonios que hablan de la vida y obra de Jesucristo son los evangelios y datan de los siglos III y IV y no son prueba de la existencia de tal personaje. La vida, el pensamiento, la acción, la palabra, la doctrina de Cristo no existe en los evangelios, como no sea en cuanto son predichos por los profetas o previstos por el Antiguo Testamento. Si nace en Betlem, van a Egipto, si Herodes ordena la matanza de los inocentes, si vuelve a Galilea y vive en Nazaret (para poder llamarse Nazareno), si encuentra a Juan Bautista, va a Cafarnaun, sana endemoniados, cura muchedumbres y les prohibe que lo divulguen, habla en parábolas para no ser comprendido, Judas le traiciona, en la cruz pide de beber, etc..., es para cumplir las Escrituras y las profecías. Cristo ni dijo ni fue él mismo, más que lo que la Escritura había ordenado que hiciera o fuera.
Por si fuera poco, existen numerosas contradiciones y omisiones entre los cuatro evangelistas. Mateo y Lucas dan distintas versiones de la genealogía de Jesús. En cuanto al viaje de María y José, Marcos y Lucas se contradicen en si pasan o no por Jerusalén, si huyen a Egipto o no. Marcos y Juan nada dicen de la infancia de Jesús. Hay contradicción en cuanto a dónde vive y sus viajes a Jerusalén donde es conocido o no. Las hay también en si Juan Bautista conoce o no a Jesús, en el día de la última cena, en la escena del huerto de Getsemaní, ni en la hora de la muerte.En otro lugar de esta obra se pregunta el autor que si Jesucristo nunca existió, cómo y por qué fue inventado, para pasar a demostrar que otros personajes análogos e idénticos le precedieron en la historia de los mitos.
En la antigua India hubo más de un Dios redentor, Vishnu se encarnó nueve veces, tomando forma humana para redimir a la humanidad. En la octava se encarna en Cristna y en la novena en Buda. Cristna nace de una virgen y está vaticinado en los libros sagrados indios. Su venida le es revelada a la madre de la virgen para dar el nombre de la misma y que se sepa el destino del que ha de venir. Hay un tirano que al enterarse en sueños de tal nacimiento y que le destronará ordena una matanza de los niños nacidos esa noche, el día del nacimiento ( en un redil) es adorado por pastores. En fin que resucita muertos, cura leprosos, devuelve vistas y oídos. Un día que se enfadó con sus seguidores se les aparece con el rostro rodeado de tanta luz que estos no pueden resistirlo. A raiz de este hecho le llamaron JEZCUS CRISTNA (nacido de la pura esencia divina). Todo eso ocuría 3.500 años antes de nuestra era. La novena encarnación es como Buda. Fue revelada en sueños a su madre la grandeza del hijo y el carisma que éste tendría entre sus semejantes. Escoge para nacer una casta principesca (como Jesús). La madre de Buda se llamaba Maya o Maïa y le concibió fuera de toda relación sexual. Dotado de gran inteligencia maravilló los doctores con su sabiduría, abandonó el lecho materno para cumplir su misión. Fue tentado varias veces por el demonio pero salió victorioso de ellas. El más celebre de sus discursos fue «El sermón de la montaña», (como el de Jesús), tuvo su discípulo traidor y sus dos discípulos diametralmente opuestos, lo mismo que Pedro y Juan. Después de su muerte se aparece a sus discípulos en forma luminosa con la cabeza rodeada con una aureola. En el budismo se encuentran todas las prácticas religiosas del cristianismo y cuando los misioneros católicos se encontraron por primera vez con los monjes budistas, creyeron en un engaño del diablo.
Mitra es el dios redentor de Persia. Llamado también Señor, «nace» en la gruta de una virgen, el mismo día que andando el tiempo «nacerá» Cristo, el 25 de Diciembre, o sea el solsisticio de invierno. La madre, como no podía ser menos, permanece virgen después del parto. Se anuncia astrológicamente por una estrella que aparece en el Oriente y unos magos le llevan perfumes, oro y mirra. Muere como Cristo en el equinocio de primavera y sus penas redimieron a la humanidad.
En Egipto también tenían su Dios redentor en Oro (Osirapis o Serapis). Nacido de una virgen en el solsticio de invierno, muerto en el equinocio de primavera y también resucitado. Tuvo su huida llevado por la virgen Isis en un asno.También Baco (llamado Salvador) nacía en el solsticio de invierno, después de muerto bajaba a los infiernos y resucitaba. La mitología del antiguo testamento se basa en estos conceptos fundamentales: Dios, la creación, la caída de los angeles, el Edén, la serpiente y el pecado original, el diluvio, la torre de Babel, los angeles y los demonios, el Paraiso y el infierno, los Patriarcas, un legislador inspirado y los profetas. Pero esta mitología no es original, pues la tuvieron otros pueblos antes que el hebreo.Un Dios nacido de una virgen -dice Dupuis-, en el solsticio de invierno, y resucitado en la Pascua, después de haber descendido a los infiernos; un Dios que lleva tras de sí un cortejo de doce apóstoles correspondientes a las doce constelaciones, y que hace pasar a la humanidad bajo el imperio de la luz, no puede ser más que un Dios solar, copiado de tantos mitos heliosísticos que abundan en Oriente.
domingo, 4 de noviembre de 2007
Discurso contra Dios - Roberto Benigni
"Quiero hacer un breve paréntesis en relación a la economía divina.Nuestro Señor, creo, podía habernos ayudado desde el principio. Yo creo en él, porque nunca se sabe. Total si existe, existe, y si no existe, no jode. Pero si existe, digo: somos cinco mil millones de personas ¡Con todos los planetas que hay tenía que meternos a todos en éste! Es como si un padre tuviera veinte hijos y un edificio de cincuenta pisos y decidiera encerrarlos a todos en el garage. ¿De qué estamos hablando? Nos tendría que haber ubicado un poco mejor. Pero no, Nuestro Señor es un capitalista, y todos estos planetas son unabuso. Pura especulación planetaria. De hecho, cuando Galileo los descubrió, el Papa lo hizo arrestar enseguida. Lo hizo pasar por idiota y le dijo: ¿Cómo es ése asunto de que la Tierra gira?". Galileo dijo: "Es la Tierra la que gira alrededor del Sol, y no como dicen ustedes". Entonces el Papa dijo: "¿Pero éste es idiota? ¿Vieron alguna vez una casa girar alrededor de la estufa?".
Naturalmente, además de crear a los hombres, Dios ha construido a los animales, los vegetales y los minerales: un quilombo tan grande que ya no se entiende nada. Pero cuando los hombres se enojan, viene el diluvio universal. Después, Noé tiene tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Los tres son hombres y dan lugar a las distintas razas. Al rato, Dios lo llama a Moisés y le dice cuáles son las cosas que se pueden hacer y cuáles las no. Las cosas que se deben hacer son los diez mandamientos; las que no se deben hacer son los siete pecados capitales. Ahora bien, yo estudie bien esos siete pecados capitales y son las cosas más abominables del mundo. Y Dios las hace todas. La soberbia, por ejemplo: si hay alguien soberbio, ése es Él, el ser perfectísimo, poderosísimo, presentísimo. "Comparado conmigo", dice, "Nembo Kid es un imbécil y a Buda lo saco de taquito".
Hace falta un poco más de humildad. El mismo nombre Dios. Hubiese elegido un nombre más humilde. Hubiese dicho: "Soy Guido, no habrá otro Guido más que yo". O si no: "Ayúdense entre ustedes, que Guido los ayuda a todos". O "Llueve porque Guido quiere". Si fuese más humilde sería más simpático. La ira: no hay nadie que se enoje más que él. ¿Adán y Eva arrancaron una manzana? Madre mía, se enojó como un loco. "¡Fuera! ¡Tu trabajarás con elsudor de tu frente! ¡Tú parirás con dolor! ¡Fuera!". Una manzana yo me lapago, no hay porque enojarse de esa manera. Está bien, incluso admito que uno se puede enojar por una manzana, pero después se le pasa. ¡Ah! No, a Él no se le pasó. Van dos millones de años y nos seguimos bautizando porculpa de esa manzana. La lujuria: no quiero entrar en asuntos privados, pero somos todos hijos suyos, ¿o no? Somos cinco mil millones de personas, ¿o no? La avaricia: no hay nadie más avaro que Él. Al pueblo elegido -los judíos- les prometió un pedazo de tierra hace dos millones de años. "Si, aquella tierra se las prometí, pero nunca dije que se las iba a dar". ¿O sí?
Los diez mandamientos. Ésa si era una buena idea. Sólo que los hizo a favor del rico. Convengamos que es más fácil ir al infierno para los pobres que para los ricos. Por ejemplo, a Agnelli, el dueño de la Fiat, con todo el dinero que le han dejado, le dicen: "Honra al padre y a la madre" ¿Y que va a decir? "Gracias madre, gracias padre. Cuando mueran agarro todo yo". O no desear las cosas de los demás. También es algo muy fácil para Agnelli, porque si todo es suyo ¿qué va a desear? En suma: Nuestro Señor debería ocuparse un poco más de los problemas del proletariado. Porque nuestro creador consiguió que nos insertáramos en el mundo moderno de manera homogénea. Él podría conseguir enseguida que estuviéramos mejor. Tomemos los inventos, por ejemplo. ¿Por qué no nos hizo descubrir enseguida la calefacción, evitando que mil millones de personas murieran de frío en el pasado? ¿No podía? Creó a Adán, tomó una costilla suya e hizo a Eva. O sea, que bien podía agarrar, no sé, una oreja de Eva y hacer una estufa. Así quedaban los hombres con una costilla menos y las mujeres sin una oreja, y aunque hubiese hecho falta gritar un poco, habríamos estado un poco mejor, ¿no? Durante siglos se comió carne cruda y hubo miles de virus. ¿No podía ayudarnos a descubrir antes la penicilina y los antibióticos? No, prefirió esconderlos en los hongos. Y eso es tener una mentalidad de revista de crucigramas. ¿A quién se le ocurre ir a buscar los antibióticos en los hongos? Hay gente que los buscó durante toda su vida y no los pudo encontrar. Es como si yo les escondiera el jabón a mis hijos: van a lavarse, no lo encuentran, entonces se agarran tifus y cólera, y se mueren. Al final, para divertirme, les digo: "¿Saben a dónde había metido el jabón? Debajo de la toalla, ja, ja, ja". Pero ellos ya están muertos. Entonces, ¿qué nos quiere decir con eso? Nos quiere decir: "Soy Dios y me cago en ustedes"."
Naturalmente, además de crear a los hombres, Dios ha construido a los animales, los vegetales y los minerales: un quilombo tan grande que ya no se entiende nada. Pero cuando los hombres se enojan, viene el diluvio universal. Después, Noé tiene tres hijos: Sem, Cam y Jafet. Los tres son hombres y dan lugar a las distintas razas. Al rato, Dios lo llama a Moisés y le dice cuáles son las cosas que se pueden hacer y cuáles las no. Las cosas que se deben hacer son los diez mandamientos; las que no se deben hacer son los siete pecados capitales. Ahora bien, yo estudie bien esos siete pecados capitales y son las cosas más abominables del mundo. Y Dios las hace todas. La soberbia, por ejemplo: si hay alguien soberbio, ése es Él, el ser perfectísimo, poderosísimo, presentísimo. "Comparado conmigo", dice, "Nembo Kid es un imbécil y a Buda lo saco de taquito".
Hace falta un poco más de humildad. El mismo nombre Dios. Hubiese elegido un nombre más humilde. Hubiese dicho: "Soy Guido, no habrá otro Guido más que yo". O si no: "Ayúdense entre ustedes, que Guido los ayuda a todos". O "Llueve porque Guido quiere". Si fuese más humilde sería más simpático. La ira: no hay nadie que se enoje más que él. ¿Adán y Eva arrancaron una manzana? Madre mía, se enojó como un loco. "¡Fuera! ¡Tu trabajarás con elsudor de tu frente! ¡Tú parirás con dolor! ¡Fuera!". Una manzana yo me lapago, no hay porque enojarse de esa manera. Está bien, incluso admito que uno se puede enojar por una manzana, pero después se le pasa. ¡Ah! No, a Él no se le pasó. Van dos millones de años y nos seguimos bautizando porculpa de esa manzana. La lujuria: no quiero entrar en asuntos privados, pero somos todos hijos suyos, ¿o no? Somos cinco mil millones de personas, ¿o no? La avaricia: no hay nadie más avaro que Él. Al pueblo elegido -los judíos- les prometió un pedazo de tierra hace dos millones de años. "Si, aquella tierra se las prometí, pero nunca dije que se las iba a dar". ¿O sí?
Los diez mandamientos. Ésa si era una buena idea. Sólo que los hizo a favor del rico. Convengamos que es más fácil ir al infierno para los pobres que para los ricos. Por ejemplo, a Agnelli, el dueño de la Fiat, con todo el dinero que le han dejado, le dicen: "Honra al padre y a la madre" ¿Y que va a decir? "Gracias madre, gracias padre. Cuando mueran agarro todo yo". O no desear las cosas de los demás. También es algo muy fácil para Agnelli, porque si todo es suyo ¿qué va a desear? En suma: Nuestro Señor debería ocuparse un poco más de los problemas del proletariado. Porque nuestro creador consiguió que nos insertáramos en el mundo moderno de manera homogénea. Él podría conseguir enseguida que estuviéramos mejor. Tomemos los inventos, por ejemplo. ¿Por qué no nos hizo descubrir enseguida la calefacción, evitando que mil millones de personas murieran de frío en el pasado? ¿No podía? Creó a Adán, tomó una costilla suya e hizo a Eva. O sea, que bien podía agarrar, no sé, una oreja de Eva y hacer una estufa. Así quedaban los hombres con una costilla menos y las mujeres sin una oreja, y aunque hubiese hecho falta gritar un poco, habríamos estado un poco mejor, ¿no? Durante siglos se comió carne cruda y hubo miles de virus. ¿No podía ayudarnos a descubrir antes la penicilina y los antibióticos? No, prefirió esconderlos en los hongos. Y eso es tener una mentalidad de revista de crucigramas. ¿A quién se le ocurre ir a buscar los antibióticos en los hongos? Hay gente que los buscó durante toda su vida y no los pudo encontrar. Es como si yo les escondiera el jabón a mis hijos: van a lavarse, no lo encuentran, entonces se agarran tifus y cólera, y se mueren. Al final, para divertirme, les digo: "¿Saben a dónde había metido el jabón? Debajo de la toalla, ja, ja, ja". Pero ellos ya están muertos. Entonces, ¿qué nos quiere decir con eso? Nos quiere decir: "Soy Dios y me cago en ustedes"."
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